domingo, 17 de julio de 2011

Tren de Vuelo

Qué tal, amigos y amigas de Hablaralto? Cómo están? Yo, bastante ocupado anduve. Por eso no he escrito demasiado, bueno, en realidad, nada, durante este mes de julio. En realidad, ya lo saben ustedes, no escribo para nadie, más allá de que tenga dos seguidores, o seguidoras, en este caso. Por ello, ante todo, escribo para ellas.

Aquella última vez, aquella última entrada, narraba la salida hacia alguna hoguera, durante la noche de San Juan.
Ahora, de regreso de un viaje muy importante para mí, puedo decir que intentaré describir aquella noche de hoguera, y fundirla con esta noche, de hogueras también, aunque cuando escribo no sea de noche, sino de tarde.

Prendí un fueguito, debajo de las escaleras. Es una playa, o una cala, solitaria, indomable. No tiene arena, sino piedras, y está plagada de rocas. Desde allí, mirando a lo lejos, se puede ver la Torre de Hércules, en la ciudad de A Coruña.
También asé unos choricitos. Luego de la cena, y la contemplación del universo, incluyendo todo en él, me metí en el saco, y dejé apagarse lentamente la hoguera. Fue una noche mágica, sin duda.
A la mañana siguiente, reuní mis cacharpas, y me dirigí a pie por donde había venido, camino del pueblo. Tomé un cafecito con una chica que estaba esperando también el autobus, la invité, y regresé bien temprano.

La otra noche de hoguera, la viví apenas hace unos tres o cuatro días.
Se quemó bien. Fue mágica, también, sin duda.
A la mañana siguiente, escuché una voz que me llamaba, o me advertía. Pareció ser la de mi padre.
Salí en busca de un tren. Lo tomé, y luego de trasbordos y trasiegos, estoy otra vez en Galicia.
Desde luego, necesitaba de esta frescura. Necesitaba echar agua al fuego. Pero también el fuego me purificó.
Y desde luego, estoy agradecido a la vida, por darme la oportunidad de vivir todo lo que vivo, y en la manera en que se desarrolla. Gracias, a la vida, y gracias a las personas que la comparten conmigo.
Sobre todo, gracias a mi compañera de fuegos..Se ha terminado el Amor? No, no lo creo. Sólo es un impass. El Amor siempre anda rondando. Siempres. Hasta siempre. Gracias.