martes, 18 de enero de 2011

Canciones, fotos..

Qué tienen en común El Viaducto del Paso Molino, en Montevideo, con el río Uruguay y la Nación Charrúa?
Qué tiene en común una casa al pie de la montaña, con la montaña sagrada, y las canciones de José Alfredo y el niño Marco?Y qué tiene que ver, finalmente, todo esto, con la canción Africanos en Madrid, de la que no encuentro el compositor de la letra, cantada por Amistades Peligrosas?

Todas estas son preguntas que me hago, y solamente tras un cierto sentido de búsqueda, o de hallazgo, logro intuir una cierta conexión. Tal vez esto sea parte de mi vida, al conjunto, como en una especie de puzzle, en el que, sobre el fondo de la escena, uno hallara su cara, o su alma, que para el caso,es lo mismo.
Tal vez yo me encuentre, en mi búsqueda, a mí mismo, transitando por esas calles..Transitango. Libertando mis fantasmas más reales, los compañeros de mi vida; yo podría ser esa persona, ese caballero en bicicleta, o cualquiera de las personas que transitan por estas calles. De hecho, algún día, lo he sido. Y recuerdo todas estas rutas, como las del pájaro herido, de José Vélez.
Procuro Olvidarme..
Las canciones efectuadas en esta mezcla involuntaria están ahí, al alcance de la mano. Mas la historia de todas aquellas personas, incluidas las protagonistas, están en el alma de cada una de las retransmisiones, y eventos que se recogen; como si fueran nuestra huella más impalpable, pero huella al fín, de nuestro tiempo.

Y unos me remiten a otros, y así me doy cuenta, como Descartes, pero mucho antes por Sócrates, que sólo sé que no sé nada.
La verdad está ahí fuera, pero también está aquí dentro, y sale de ahí adentro, y se va para afuera, con mucha más facilidad de lo que quisiera yo ver. Todo es mucho más fácil, de alguna manera. Tiene razón, mucha razón, mi primo, cuando me habla. Cuando me habla, y cuando me retrata. Es una fiel interpretación de la historia. Yo le digo que esa historia no solamente es mía. Por eso le escucho. Como se escucha a un padre. Como se escucha a un hermano. Como se escucha a un primo. Como se escucha a un amigo. Como escucho a Mi Amor.

El me dijo " Decisiones " y yo me atrevo a postular  " Te lo dice un hermano, te lo dice un amigo " porque me parece la mejor conclusión sobre todo lo que hablábamos, seguimos hablando, aquella tarde.

También esta frase, o el cacareo de esta frase, me lleva a aquella película, en la que el facebook de la pareja protagonista, era la pared sobre la que descansaba la bicicleta. Un árbol. Una libreta, o la puerta de la nevera, también. Pero siempre comunicación, y comunicación interpretativa, sobre una relación, sobre la vida. Eso, acerca de lo que tan poco sé-

En conclusión propia, también, he de decir que yo no sé si mi vida da para tanto. Mi vida no da para Tango. Lo que sí sé es que se podrían escribir miles de canciones, no ya conmigo, sino con toda nuestra vida. Y yo estaría en todas ellas, de una forma u otra. Eso sí sé. Y eso, de alguna manera, me consuela-