martes, 17 de mayo de 2011

Chupalengua

Bueno, el caso es que me encuentro como Artigas, aislado del mundo que me circunda. Se preguntarán por qué: por qué Artigas. Supongo que a Artigas le pasaría alguna vez lo que a cualquiera. Y supongo, entonces, que alguna vez les ha pasado esto, precisamente: sentir el aislamiento.
 Bueno, como decía, el caso es que me encuentro aislado, por muchas causas, y diversas. Entonces comencemos por decir que ya me encuentro en un mundo de salida. Sí, eso que se emprende  cuando alguien va a tomar otro rumbo. Pero pensemos en un barco. Pensemos que hay rumbos y decisiones sobre rumbos- sobre todo, éstas últimas- que son inevitables. Hay que asumirlas. Hay que hacerlo, si no queremos ver el barco a la deriva, naufragando en estas aguas de la vida..
Y sobre todo, también, porque necesitamos dominar todas las situaciones de la vida.. Sabemos perfectamente, que a veces non é así..
Por exemplo: por qué me poño a falar en galego..non o sei. É, simplesmente, unha cuestión ben inquedante. Coma todas as cuestións relacionadas coa lingua.. E non só no sentido estricto, verbal, senón tamén no senso corporal, espiritual..sexual..
A língua forma parte da primeira avanzada hacia un camiño de descuberta, un camiño de incertidumes, pero por iso, camiño desexable, camino angosto por el que nos gusta pasar, como nos gusta pasar por el canal de nuestra bienamada o bienamado.
Es así que, en este supuesto, tenemos siempre preparado el sable. Es un sable carnoso. Y muchas, muchas veces, y dependiendo de nuestra manifestación energética, este sable puede tornarse en hilo volátil, si lo condujimos a tiempo hacia el lado más civilizado de la vida..Y es justamente, cuando creemos que lo tenemos todo controlado, por medio de nuestra palabra, de nuestra cultura, de nuestra educación, cuando la lengua se torna en arma destructora, posándose sobre el lado más salvaje de la vida.. Cuestión de segundos..Aunque bueno, no tanto así. Requiere muchos combates, muchas empalizadas, muchas palizas, muchas trincheras, muchas cloacas, en suma: mucha mucha guerra. Por algo es un sable. La sangre es su lema. Por ella vive, y para ella. Pero la sangre derramada no le interesa más que en un cuenco, para tomarla como Drácula, si acaso.