lunes, 30 de mayo de 2011

Hostias de cocaína

Pero esto es como todo, como cualquiera de las cosas que hay por ahí: es como el facebook, aunque digamos que más aburrido, claro. Pero igual, el que escribe o la que escribe por ay, pues es lo mismo. Y hoy, con esto del Internet, y tal, podemos ponernos a desarrollar nuestra escritura. Habrá quien lo haga más, quien lo haga menos, pero gran parte del mundo ya ha tecleado algo, así sea para comentar la caída de su abuela, el día de la fiesta de navidad. Por cierto, hablando de navidad, qué recuerdos me trae la pasada, la última. Por el hecho mismo, hace unos días tenía una cierta angustia, una cierta nostalgia, porque pienso que esta ha sido la última navidad que habré de pasar. Pero también pienso que, por otra parte, amén de que esta haya sido bastante especial por muchas razones personales, familiares; familiares, sobre todo, después de la muerte, en extrañas circunstancias ( bueno, las circunstancias estuvieron claras: suicidio, dijo el juez..) de mi padre..y digo: pienso que, por otra parte, y también por la cantidad de años que uno lleva soportando estas palizas, las palizas de los años también, de la vida, ya no sentiré la necesidad de estar con nadie más, ninguna de esas fechas. Si estoy con alguien, bueno, tanto mejor. Pero procuraré, aunque es difícil, hay que reconocerlo, evadirme, escabullirme, de la escena. También creo que ya no se dará la misma escena. No habrá tanto la familia, ya no somos casi familia, quiero decir, no hay abuelos, no hay abuelas, apenas hay hijos, hijas, y bien, esto viene a salvaguardar la integridad emocional, personal, íntima. Todo lo cual, en estas fechas, se tira a la basura, para dar paso a una estúpida farsa. Por lo menos en este país de contrabandistas comesantos, donde todo se hace da cara a la galería. Hay que mantener limpio el negocio. Ya se sabe, Navidad, la nieve..