martes, 14 de diciembre de 2010

El general Leandro Gómez, señoras y señores, tengan presente

Una de las noticias que más me llamó la atención, durante este año diez, fue la profanación de la tumba del General Leandro Gómez, gestor de la patria uruguaya, en Paysandú.
Esta es la historia de cómo la modernidad, la más rabiosa actualidad, llegan al  corazón de la Historia.Y por qué hago tanto hincapié en la Historia? Bueno, estamos perteneciendo a la Historia. Somos Historia. Entonces, es normal, que mi enfoque, en algún momento de mis reflexiones, tienda hacia esa rama del entendimiento humano.
En Uruguay, durante este año diez, además ocurrieron hechos significativos, como el cuarto puesto en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, o la toma de posesión, como presidente de la República, de José Mujica; un hecho histórico, como vuelta de tuerca más en ese libro particular del país que se llama Dictadura.
Todo, todo es histórico. No hay detalle, por insignificante que parezca, que no lo sea, que no contenga esa receta, ese jugo, y que no emane otra variante de bebida temporal, eterna, o también olvidadiza, efímera, como son algunas de las obras artísitcas de alguna tendencia actual.
Pero la situación geográfica en la que me encuentro, me pudiera reportar muchísimas más, porque al estar lejos, al estar fuera del país, me llaman la atención, significativamente, muchas noticias, acontecimientos, formas de expresión de parte de la población, o colectivos concretos, o lugares. Si se posee Internet, o si se posee carnet de biblioteca, y hay una biblioteca cerca que tenga acceso a Internet, se pueden ver, leer, escuchar, informar y averiguar muchas cosas, muchos puentes tendidos hacia el acercamiento, la comprensión. Mi particular visión, del Uruguay, intento también extenderla hacia otros países que conozco menos, por lo menos en teoría, y así intentar elaborar una impresión, así sea somera, pero siempre más completa que la nada. Y es que de Uruguay tampoco conozco demasiado. Me vine cuando tenía ocho años. Tuve la suerte, eso sí, de realizar un viaje en tren por el interior, y desde punta a punta, del país. Eso me dejó la ilusión por volver a recorrer los campos. Además, hoy ya hombre, por lo menos adulto oficial, pues aportaré temas y preocupaciones propias, que se completarán con la revisión y el descubrimiento de nuevos paisajes. Desde aquí, pues, Internet es una ventana inmejorable. Medios de comunicación, colectivos, artistas, cuadros deportivos, clubes sociales, clubes barriales, agrupaciones políticas, agrupaciones solidarias; fotos, canciones, programas de radio, artículos y propuestas generales, esos son los alimentos cotidianos de mi sentimiento uruguayo. Pero tengo que añadir, como conclusión, que ninguno de ellos podría elevarse en su justa medida, si no hubiese tenido la transmisión anterior, por parte de mi padre, de mi madre, de mi hermano, de mis primos  y primas, de mis tíos y tías, de mis sobrinas y sobrinos, amigos y amigas, de toda una gama de experiencias, vivencias, palabras, gestos y expresiones de una persona, de un tiempo, de toda la historia de un país, desde su nacimiento, allá en Paysandú, con la defensa del General Leandro Gómez. Donde espero poder estar algún día, visitando su tumba-. Hasta el próximo número, querida audiencia de este espacio, Hablaralto.