lunes, 6 de diciembre de 2010

Por qué hablar alto?

Queridos y queridas lectoras: con relación al título de este espacio, podemos decir que se nos ocurrió de una forma un tanto encadenada. Encadenada al pasado, como no podría ser de otra manera. Aunque se puede establecer también una relación presente, simultánea, con el futuro.
Se da la casualidad de que no escribíamos a máquina tan siquiera, cuando se nos vino a la cabeza este juego de palabras. Juego de palabras, con perdón de la redundancia; porque si no ¿ qué otra cosa es el utilizar las palabras, más que un juego?
Claro: un juego complicado, dirán ustedes..Un juego aprendido, como todos los juegos. Descubiertos.
Pues en nuestro castellano existen ejemplos de esta unión, no solamente formal, sino unión física, de algunas palabras aparentemente dislocadas o separadas por un espacio. En esta ocasión, se puede dar la fusión, se puede ejercer el derecho al abrazo gramático. Este abrazo es más propio de otras lenguas, creo yo..Aunque claro, estoy pensando en alto, ahora mismo..
Otra de las situaciones que ha cambiado, desde aquel pasado, es que ahora ya no me contemplo tanto, como con la palabra escrita y manuscrita. Porque ahora todo surge como de la más rápida de las tempestades, y se abre enseguida la puerta del deseo de registrarla, es totalmente caótica la situación, por aquello de que se vuelve al primer instante, lleno de placer, de omnisciencia onírica e inconsciente, por aquello de que nos convertimos en poco tiempo en dictadores y dictados, pero sobre todo en redactores de los dictados de nuestros impulsos más feroces y felinos. Y no estoy haciendo referencia a ningún tipo de acontecimiento hecatómbico, como la caída desde un tercer piso de un kanguro australiano, ni nada de eso..sino simple y llanamente, a que las actitudes físicas nos comportan a cambios también en nuestro direccionar externo. Incluso cuando tratamos de expresarnos; de expresar, de impresionar, a nuestros sentidos y a quienes nos escuchan, leen, o ambas cosas, a la vez o por etapas..
Y por eso, también, esta designación: Hablaralto. Porque si a ustedes les gusta lo que leen, si les interesa lo que leen, y viceversa, será casi como hablar en alto.Me van a decir: " pero no es lo mismo hablar en alto, que hablar alto.." Por supuesto. Pero ahí está la dificultad. Encontrar una relación motivante a nuestras preguntas; a nuestras preguntas, digo: a  todas, a las de ustedes y a las mías. Pero en este caso, no es a las de ustedes y a las mías, sino a las nuestras, porque para mí suena más bonito.
Y el sonido, en la palabra, es bonito, y eso no lo digo yo, vamos, nace primero el sonido y después viene la palabra, de eso no tengo la menor duda. Y convengo que ustedes tampoco.
Yo soy como los que inventaron o quisieron inventar una nueva lengua. Yo tengo muchas ideas sobre lo que el construir de una lengua fue. Y creo que ustedes también las tienen. Por eso es que me expongo ante ustedes, a sus críticas, porque todo lo que salga de aquí no será única y exclusivamente dirigido a mí como destinatario, sino que no existirá un remitente a quien poderle reprochar nuestras dudas e indefensiones..