martes, 14 de diciembre de 2010

La gente uruguaya, segunda parte

La situación en España se recrudece. En los últimos tiempos, hemos visto cómo todas las facilidades de antaño se volvían persecución económica, angustia. 
En esa situación, las gentes que han venido de otro país, en este caso, del Uruguay, sufren en mayor medida.
Debemos conformarnos con vivir, vivir al día, y gracias. Entonces, surge la pregunta: y para qué vine..
Bueno, una vez aquí, y dándose cuenta de que la situación no es como la de allá, aún con todo lo que se quiera, sin embargo lo que hay que reclamarle a cada gobierno de nuestro país, del Uruguay, es que nos preste atención como representantes de nuestra cultura, de nuestra idiosincracia. Tenemos dificultades de todo tipo, económicas, laborales, familiares, que debemos resolver para poder seguir levantando nuestra historia nacional, la que dentro de unos años conformará la historia con mayúsculas, de nuestro país. Por tanto, somos una avanzadilla muy importante, y esto hasta ahora ningún gobierno lo supo ver. O es que olvidamos de qué manera nacieron los actuales estados europeos, sino de las remesas americanas. De qué forma crecieron, hasta encontrarse con la petición de independencia, por parte de las colonias. Pues eso mismo debemos estudiar, y aprender de la posibilidad de convertirnos en trabajadores y trabajadoras de nuestro país en el exterior..Dirán ustedes, qué idea más alocada. En realidad, no lo sé, nunca lo he llegado a saber, en la medida en que nunca se ha podido llevar a cabo. Sí sé que el potencial es enorme: casi el cien por cien de la colectividad uruguaya en España, sólo en España, trabaja por mejorar las condiciones actuales del país, de Uruguay. Lo hacen a través de páginas en Internet, o de blogs, como éste, de Hablaralto, queridos y queridas lectoras. Que, como es lógico, habla en alto no solamente a sus afines, sino a quienes no conoce, a quienes no conocen la realidad que desde aquí se intenta transmitir. Cada uruguayo o uruguaya es fiel representante de su país. Eso es algo difícil, muy difícil de encontrar. Por eso es que pensamos que la verdadera riqueza es la gente. Deberíamos organizarnos, ya hablando en términos exclusivos, pero sin desmerecer ni discriminar a nadie. Organizarnos entre nuestra colectividad. Entrar a entendernos con otras colectividades en Europa, en América del Norte, en Oceanía..Lugares de la Tierra adonde hemos ido a trabajar, algún día. Por eso, creemos que tenemos un potencial enorme. Debemos plantearlo, en primer lugar, al gobierno uruguayo de turno, porque su intervención, o cuando menos su conocimiento de la plataforma, debe servir de indicativo de a dónde queremos llegar. Pero esto se dará una vez que mantengamos reuniones multitudinarias, en las que se discuta y relacione, se trabaje en una causa común, sin interés previo, con la conciencia permanente de que puede no llegar ese entendimiento, y todo puede quedar en agua de borrajas..Ojalá que no, ojalá que sepamos aprovechar este momento, esta situación, para alzarnos a decir y actuar, como gran colectividad que somos, como grupo preparado para liderar y conducir a la humanidad, en épocas en las que ésta se pierde, porque le faltan mimbres como de los que disponemos quienes hemos nacido en ese bello país que se llama Uruguay. 
Pongámonos a trabajar duro y  parejo, a trabajar sin descanso, porque estaremos felices de hacer lo que nos gusta, y trabajar por el bien común de la población, de la especie humana. Sabemos y podemos hacerlo. Hasta pronto, estimada audiencia de Hablaralto.