" Es un gusto saludarlos, amigos, desde este espacio..[..] "
Son palabras, éstas, del presidente de la República Oriental del Uruguay, José Mujica. Desde una emisora, la M24, emite cada semana, dos o tres audios a lo largo de la misma. Dudo de que haya muchas oportunidades así, tomando como ejemplo el "Aló Presidente" ,de Chávez y la República Bolivariana de Venezuela. La audición uruguaya se llama "Habla el presidente". Aquí podemos escuchar las reflexiones de Mujica. Por ejemplo, sobre la situación mundial, y con respecto al Uruguay, su situación a través de la Historia. A mí, como uruguayo, me interesa mucho; más, cuando estoy viviendo a doce mil kilómetros de distancia. Como ya expresé en algún número de este espacio, queridos y queridas lectoras de Hablaralto, me gusta escuchar las emisoras de radio, de mi país, pero también de puntos aparentemente tan lejanos como Italia o Tailandia.
Mujica explica, desarrolla los planteamientos defendidos por este actual gobierno.
No pertenecemos a ninguna fuerza política. Podríamos escuchar a la izquierda tanto como a la derecha, aunque siempre uno se decanta por las más afines. Sin embargo, hay que escuchar a nuestros opositores, hay que saber cómo piensan, hay que entenderse, así Mujica lo está difundiendo, sobre la base de las distintas ideologías que conforman el panorama político uruguayo, y mundial. La unión hace la fuerza, diríamos.
Es significativo, poder escucharle. Es un personaje de la historia nuestra, la más dolorosa, la más impactante, en las últimas décadas.
Desde el exterior, vemos a nuestro país como un referente en todo: desde la música, hasta la política, pasando por el deporte, la cultura popular y la cultura informativa y artística. A pesar de ser un país con tres millones escasos de habitantes, y con el añadido de que por el mundo andamos más de un tercio de compatriotas, de esos tres millones, o sea, unas seiscientas mil personas. Con todo, nunca hemos dejado de observar lo que pasa, tanto en el país como en la región, lugar estratégico en muchos sentidos, en muchas cuestiones, temas sociales tanto como industriales. Es increible, que en este siglo veintiuno de la globalización, todavía existan países tan claramente formados como el Uruguay. Podría decirse que es una Holanda, por el número de ciudadanos, pero no está en Europa, sino en América del Sur. Aunque también es verdad, que tras la guerra de Alemania, en los años cuarenta del siglo veinte, Uruguay levantó un tejido industrial, asociativo, como no había existido antes, en un país joven. Hoy en día, ya terminados los conflictos, han vuelto las fichas a su lugar, y cada zona mantiene su estado histórico. Uruguay sigue siendo un país entre dos grandes, un país chico entre dos grandes, Brasil y Argentina. Eso lo convierte en poderoso, porque los chicos, si pueden vivir en el mundo de los grandes, significa que tienen mucho poder para convocar a su expriencia como pueblo. La stiuación actual del país no es la que fue hace décadas atrás, pero esta situación en cualquier momento puede cambiar. Al estar al margen de su propia actuación, como la mayor parte de los países de la Tierra, puede tanto mejorar como empeorar su estado de vida, según las circunstancias. Por ejemplo, si se vuelve a producir una guerra en Europa, o si se vuelve a entrar en una guera encubierta contra los Estados Unidos. Pero siempre será impactante, que en este mundo nuestro de hoy podamos seguir contando con historias como las de nuestro paisito, de nuestro pequeño gran país, que sin duda cuenta con la mayor riqueza del Planeta: la gente.